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martes, noviembre 12, 2013

Pequeña crónica del encuentro con las Hermanas Dominicas y las Misioneras Combonianas !!!

Esta es una pequeña crónica de la misa compartida que tuvimos el domingo 10 de noviembre con las Hermanas Dominicas de Clausura del Convento de las Anas y el grupo de Madrid de Misioneras Combonianas. Crónica escrita por Federico Martínez.
Sin saber ciertamente en que iba a consistir este encuentro o a quienes íbamos a conocer. Y sin apenas descubrir o responder a todas estas incógnitas, ya eran cerca de las 12:45 de la mañana cuando conocemos, a través de Lorena, a don Juan Antonio Fraile, sacerdote misionero de la zona africana del Congo. Y donde también conocemos a las misioneras combonianas que están pasando unos días de convivencia.
Nos encontramos todos en la puerta del Convento de las Anas. Todos vamos entrando poco a poco en una pequeña capilla dentro de la iglesia. Ya desde el primer momento las hermanas nos reciben con una alegría tan radiante que es difícil de expresar con palabras.
El ambiente es de una misa muy familiar, con cantos muy alegres y con un Hosanna con baile incluido. Una parte de la misa se hace en el lenguaje nativo del Congo, en el que nosotros participamos respondiendo "iya", es decir, Kiwa que significa Amén. Lo hacemos con tanta alegría que don Juan Antonio nos da bien la enhorabuena.
Al finalizar la misa, falta el tiempo para ir a saludar y besar a las hermanas dominicas. Nos preguntan de donde somos, si estamos definidos o aún no, también preguntan por nuestro amigo Felipe, y además nos extienden una invitación al centro Loyola, recordándonos que Santo Domingo era de la orden de los dominicos. Es un regalo que nos podamos conocer tres grupos diferentes pero tan unidos a la vez.
De nuevo en la calle nos disponemos a pasear por las calles de Murcia con destino a encontrar algún sitio donde comer algo. En el camino intercambiamos preguntas y cuestiones varias como “cuántos sois” o “quienes sois”. Es mucha la información que recibimos sobre la vida del Congo por parte del padre Juan Antonio, las dificultades económicas, la inseguridad con la que se vive, el silencio u oscurantismo que hay sobre los problemas de África, como la muerte de alrededor de 5 millones de habitantes desde el estallido de la guerra.
A medida que vamos paseando, y con sus correspondientes fotografías de grupo incluidas, entramos dentro de un conocido lugar. Es aquí donde procedemos a la ardua tarea de contabilizar los pasteles de carne que se van a pedir, algunos con sesos, para sorpresa de algunos.
Y finalizada la comida se acaba el tiempo. Y es aquí cuando llega el momento de la despedida, aunque con una puerta abierta al reencuentro.
Aprovecho esta pequeña crónica para dejaros este enlace con un video donde podéis conocer al padre misionero Juan Antonio y para daros la oportunidad de conocer también a los misioneros combonianos:
http://www.combonianos.es/?q=node/172

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